Finalizar una relación siempre es complejo, especialmente cuando sabemos que está resultando dañina. ¿Por qué es tan difícil romper con una relación que nos hace daño? La respuesta radica en una combinación de factores psicológicos, emocionales y sociales que dificultan la toma de decisiones y la ejecución de un cambio significativo. A lo largo de este artículo, desentrañaremos las razones psicológicas detrás de esta dificultad, examinaremos estudios científicos clave y exploraremos posibles estrategias para enfrentar esta situación y priorizar nuestro bienestar.

El poder de la dependencia emocional en una relación que nos hace daño y que resulta tan difícil romper


¿Por qué es tan difícil romper con una relación que nos hace daño?

La dependencia emocional es uno de los factores más comunes que impiden que las personas dejen una relación que les hace daño, y que no pueden romper por lo difícil que resulta hacerlo. Este fenómeno ocurre cuando una persona deposita su seguridad y bienestar emocional en otra, creando un vínculo de necesidad y seguridad. Según la psicóloga clínica Ana Gómez, la dependencia en  el vínculo se fortalece cuando alguien se acostumbra a depender del cariño, la validación y la aprobación de su pareja para sentirse completo/a.

«En ocasiones es tan difícil romper con una relación debido a la necesidad emocional que depositamos sobre la otra persona, aunque nos haga daño»

En términos de vinculación afectiva, la dependencia emocional se relaciona con el tipo de apego que se establece en la relación con nuestros padres o tutores legales, y que condiciona la manera en la que nos sentimos con nuestras futuras parejas.

«La dependencia emocional dificulta romper»

Algunos de los  estudios más importantes al respecto en la psicología a lo largo del siglo XX, encontraron que los vínculos que formamos en la niñez están relacionados directamente con nuestro yo adulto, y en como este se relaciona con las personas a lo largo de la vida.

«La relación con nuestros padres o tutores legales influye en el tipo de relación que mantenemos en futuras relaciones»

Las personas que experimentaron inseguridad en su infancia o carecieron de una figura de apego estable tienden a buscar estabilidad emocional en sus parejas, desarrollando una dependencia que se convierte en un obstáculo para dejar una relación dañina. Este tipo de apego ansioso, según estudios de Mary Ainsworth, suele llevar a las personas a actuar en función de los deseos y necesidades de sus parejas antes que de las suyas, debilitando su capacidad para tomar decisiones independientes.

¿Qué es el “refuerzo intermitente” y cómo nos mantiene en una relación dañina?

El concepto de “refuerzo intermitente” es esencial para entender por qué las personas permanecen en relaciones conflictivas y dañinas. Desarrollado por el psicólogo B.F. Skinner, este término describe una forma de condicionamiento en la que las recompensas son variables e impredecibles, lo que fortalece la expectativa y crea un ciclo difícil de romper. En una relación tóxica, los momentos de afecto y armonía no son constantes, sino que ocurren esporádicamente, manteniéndonos en un estado de esperanza de que las cosas mejorarán.

Por esto es tan difícil romper con una relación que nos hace daño

Este tipo de refuerzo es comparable al comportamiento de los jugadores en un casino: aunque las recompensas sean escasas y aleatorias, la posibilidad de ganar se vuelve adictiva. En el contexto de una relación, la inestabilidad crea una expectativa de que, con esfuerzo, se puede alcanzar un momento de felicidad duradero.

«La falsa esperanza puede volver extremadamente difícil romper con una relación donde una persona nos hace daño»

Esta falsa esperanza mantiene a muchas personas atrapadas en una relación que no satisface sus necesidades y las hace sufrir. Según un estudio de la psicóloga clínica Sandra Murray, las personas en relaciones intermitentes tienden a justificar el comportamiento negativo de sus parejas debido a los momentos positivos, lo que incrementa su tolerancia hacia el daño emocional.

El miedo a quedarse sin pareja: un factor poderoso al romper con una relación dañina y difícil donde una persona nos hace daño

El miedo a quedarse sin pareja es uno de los mayores impedimentos para romper con una relación dañina. Este miedo se acentúa en relaciones de larga duración, donde la identidad de la persona se ha fusionado con la de su pareja. Según el psicólogo Guy Winch, autor de Emotional First Aid, el dolor emocional de una ruptura puede ser tan intenso como el dolor físico, activando las mismas áreas del cerebro. Esto lleva a muchas personas a preferir soportar una relación insatisfactoria antes que enfrentar el vacío emocional que provoca una separación.

«El dolor emocional de dejar de estar con una persona amada es tan intenso que en ocasiones se prefiere continuar aunque no nos convenga»

Además, el miedo a perder a mi pareja tiene una raíz evolutiva: los seres humanos somos seres sociales por naturaleza, y el aislamiento puede provocar ansiedad y sensación de vulnerabilidad. La sociedad también nos ha condicionado a creer que la vida en pareja es el ideal de éxito personal, por lo que muchas personas sienten que fracasan al estar solas. La presión social, como veremos más adelante, también influye en esta percepción. Es importante recordar que este miedo no es un reflejo de nuestra capacidad para estar solos, sino una reacción emocional que debe gestionarse para poder tomar decisiones sanas y objetivas sobre nuestras relaciones.

¿Qué papel juega la autoestima en la dificultad de romper una relación donde una persona nos hace daño?

La autoestima es otro factor crítico en la dificultad para abandonar una relación dañina. Las personas con baja autoestima tienden a tolerar comportamientos inapropiados de su pareja porque creen que no merecen algo mejor. Esta percepción se refuerza en relaciones donde el otro individuo critica, menosprecia o manipula a la persona, debilitando su autoconfianza y llevándola a dudar de su propio valor.

«La autoestima puede verse condicionada en una relación tan difícil que impida romper aunque nos haga daño»

Un estudio publicado en Journal of Personality and Social Psychology en 2018 demostró que las personas con baja autoestima suelen subestimar sus propias cualidades y aceptar relaciones donde no se sienten valoradas. Esta autoimagen distorsionada impide que vean la ruptura como una opción viable, ya que consideran que su pareja es “lo mejor” que pueden encontrar. Este tipo de pensamientos autodestructivos perpetúan el ciclo de dependencia emocional y hacen que la persona se sienta atrapada, incapaz de visualizar una vida plena y satisfactoria fuera de la relación.

La presión social y el miedo al juicio

La presión social y el miedo al juicio externo son factores adicionales que dificultan el proceso de romper con personas que nos hacen daño y con las que resulta tan difícil distanciarnos. Vivimos en una sociedad que idealiza las relaciones de pareja y asocia la estabilidad en ellas con el éxito personal. Esta percepción cultural genera una presión adicional para mantener la relación, incluso cuando no es beneficiosa.

¿Por qué es tan difícil romper con una relación que nos hace daño? La influencia de la familia.

Familiares y amigos, aunque bienintencionados, pueden influir en nuestra decisión de seguir en la relación. Frases como “todo el mundo tiene problemas en su relación” o “nadie es perfecto” minimizan los problemas y justifican la permanencia en relaciones tóxicas. Esta presión social hace que muchas personas teman el juicio externo y prefieran soportar una relación dañina antes que enfrentar el estigma de una separación.

«En ocasiones es tan difícil romper con una relación que nos hace daño debido a las normas sociales dañinas y los estigmas»

Un estudio de la socióloga Helen Fisher destaca cómo la cultura y las normas sociales refuerzan la idea de que las relaciones son un signo de éxito y bienestar. Este enfoque lleva a las personas a ver el romper como un “fracaso”, y a sentir vergüenza o culpa cuando consideran finalizar una relación que les hace daño.

Las promesas de cambio: ¿esperanza o autoengaño?

En una relación dañina, las promesas de cambio suelen ser recurrentes y persuasivas, generando una esperanza de que las cosas mejorarán. Estas promesas, sin embargo, suelen ser incumplidas, atrapando a la persona en un ciclo de expectativas insatisfechas. Aunque su pareja prometa mejorar, los patrones de comportamiento rara vez cambian de manera significativa sin un compromiso real de ambas partes y, muchas veces, ayuda profesional.

«Los patrones de comportamiento rara vez cambian de manera significativa en poco tiempo»

El psicólogo clínico Robert Leahy explica que las personas en relaciones tóxicas tienden a sobreestimar la probabilidad de que sus parejas cambien, lo que las hace tolerar comportamientos perjudiciales. Esta visión sesgada impide ver la situación objetivamente, reforzando el autoengaño y dificultando la toma de decisiones. Aceptar estas promesas de cambio repetidas puede ser una forma de evitar enfrentar el dolor de la separación, pero en última instancia solo prolonga el sufrimiento.

¿Cómo dar el paso para romper con una relación que nos hace daño de la que resulta tan difícil salir?

Tomar la decisión de poner fin a una relación que nos hace daño puede ser un proceso dolorosa y difícil, pero existen pasos prácticos que pueden ayudarte a enfrentarlo. La clave está en priorizar tu bienestar emocional y construir la confianza necesaria para avanzar.

«Priorizar como nos sentimos es esencial para romper con una relación que nos hace daño y de la que resulta tan difícil salir»

Reconocer el ciclo de la relación: Identificar los patrones de comportamiento en la relación es el primer paso. Si observas que los momentos buenos y malos son cíclicos y no llevan a una mejora sostenida, es momento de reflexionar sobre tu permanencia en la relación.

«Los momentos cíclicos son esenciales para reflexionar sobre si merece o no seguir en una relación»

Establecer una red de apoyo: Hablar con amigos, familiares o un profesional de confianza puede proporcionarte el apoyo emocional y la perspectiva objetiva que necesitas. La terapia es especialmente útil para comprender y manejar los patrones de dependencia emocional y el miedo a perder a mi pareja.

«La red de apoyo es esencial para romper con una relación que nos hace daño y de la que resulta tan difícil salir»

Trabajar en tu autoestima: La autoestima se fortalece al reconocer tus propios valores y necesidades. Considera actividades que te ayuden a redescubrir tus intereses y cualidades, y recuerda que mereces una relación donde seas valorado/a y respetado/a.

«Estar en una relación donde nos sintamos valorados/as es esencial para reforzar la autoestima»

Aceptar el dolor como parte del proceso: La ruptura es dolorosa, pero el sufrimiento que provoca una relación dañina suele ser más prolongado y perjudicial. Aceptar el dolor como una parte natural del proceso de sanación te ayudará a recuperar tu bienestar emocional.

«El dolor es esencial si lo que se necesita es romper con que nos hace daño en una relación y de la que resulta tan difícil salir»

Establecer límites claros: Después de romper, establece límites claros que eviten una reconciliación impulsiva. Esto te ayudará a ganar perspectiva y a reforzar tu decisión de priorizar tu bienestar.

¿Por qué es tan difícil romper con una relación que nos hace daño a menudo? Sé tu cambio desde el malestar

Prioriza tu bienestar y autocuidado frente a cualquier otra cosa

Salir de una relación que nos causa daño y es tan difícil romper es una de las decisiones más complicadas, pero también una de las más valiosas para nuestro autocuidado personal. Comprender las razones psicológicas que dificultan qué ha llevado a la necesidad de romper es fundamental para lograr liberarnos del ciclo de dependencia y comenzar a construir una vida plena y equilibrada. Recuerda que mereces una relación basada en el respeto mutuo, la empatía y la seguridad emocional. Reconocer el valor de tu bienestar es el primer paso hacia una vida más saludable y satisfactoria.

«Es tan difícil romper con una relación que nos hace daño porque las ideas que nos imponemos rechazan las emociones dañinas que sentimos»

Las relaciones difíciles se sienten con el cuerpo, y se acotan con la cabeza. Es quizás la cabeza la que provoca que muchas veces no demos los pasos necesarios para afrontar un desafío como este. La cabeza nos ayuda a pensar, pero no nos ayuda a canalizar lo que tenemos por delante. Y es esencial que podamos recolocar las cosas desde el dolor del corazón, es este el que nos coloca y nos rehubica ante una dificultad tan grande como esta.

¿Necesito hablar con un psicólogo para rehubicarme o tratar el tema?

Cómo psicólogo especialista en relaciones de pareja y familia, he trabajado en el dolor del corazón durante muchos años, y comprendo las dificultades que se presentan en este tipo de situaciones. Puede llegar a ser muy difícil tomar una decisión y de ahí la importancia de acudir a terapia para trabajar todo aquello que rodea la situación y así profundizar en las necesidades personales.

Si quieres puedes escribirme un mensaje instantáneo al icono verde de abajo de la pantalla, o si lo prefieres desde la pestaña de contacto. Si necesitas hablar sobre las condiciones de la terapia podemos hacerlo por teléfono. ¡Un abrazo!

«Cuando es tan difícil romper una relación que nos hace daño, la ayuda profesional puede ser necesaria para que la situación deje de ser tan dañina»


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«Decidir si romper con la pareja»

«Cómo dejar de ser dependiente emocionalmente»


Bibliografía sobre ¿Por qué es tan difícil romper con una relación que nos hace daño?

American Psychological Association. (s.f.). Emotional health. https://www.apa.org/topics/emotional-health

Gottman Institute. (s.f.). Why Relationships Fail. Gottman Relationship Blog.

Psychology Today. (s.f.). Toxic Relationships.