Con la vuelta de las vacaciones y las matriculaciones, muchos estudiantes pasan épocas difíciles. Es un momento de contraste y vuelta que genera la necesidad de una “sobreadaptación” tanto mental como física a las nuevas circunstancias que enfrentar durante el nuevo curso. Los exámenes puede despertar las preocupaciones más profundas, y la incertidumbre afectar a cada una de las áreas de la vida: relaciones sociales, pareja, etc,  y especialmente a la sensación de no saber qué sucederá. ¿ Hasta dónde llega mi preocupación por los estudios y los exámenes ?

Según la real academia española, examen significa la prueba que se hace de la idoneidad de una persona para el ejercicio y profesión de una facultad, oficio o ministerio, o para comprobar o demostrar el aprovechamiento en los estudios. De tal definición se puede extraer una idea clara: un examen se asocia directamente a un compromiso, y la exigencia como tal puede llevar a una elevada expectativa, lo que comúnmente se relaciona con el proceso de la ansiedad.

Las altas expectativas que se ponen en el futuro profesional y los condicionantes de una prueba o examen pueden generar un alto nivel de ansiedad. “Si siento que me juego la vida con un exámen es probable que mi preocupación aumente y yo me exija más”.

 ¿Hasta dónde avanza la preocupación por los estudios y los exámenes?

nervios en exámenes

Cada persona tiene unos niveles de ansiedad distintos y un grado de exigencia distinto. La cuestión está en detectar si realmente lo que siento al estudiar se adapta a mis niveles de ansiedad y a mis pensamientos; y lo contrario, cuanto mayor sea lo que nos jugamos más difícil será buscar una opción alternativa para superar la presión.

Bien es cierto que la preocupación por los estudios y los exámenes pueden tener otros factores añadidos, como la procastinación (delegar los estudios para más adelante). Y es probable que no sea solo el tema de los estudios lo que genere un elevado nivel de nerviosismo, sino otros campos de la vida como la  familia, relaciones de pareja, relaciones personales, y que todos en su conjunto se transformen en una pesada mochila que arrastrar en el día a día. Con lo que es fundamental saber en qué aspectos de mi vida la exigencia se manifiesta, para así poder empezar a trabajar, y a partir de ahí aplicar herramientas que ayuden a reducir los niveles de ansiedad. No existe una solución a muchos problemas sino muchos problemas con muchas soluciones ¿Qué siento que necesitaría mejorar?

 “El papel natural del hombre y la mujer del siglo XX es la ansiedad”

Norman Mailer (1923-2007)

 

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