Los nervios pueden ser destructivos, a nadie le beneficia vivir con esos momentos en exceso. Esta es la causa por la que muchas personas pasan por dificultades a la hora de llevar a cabo las tareas e hincar codos. En este artículo hablaremos de algunas técnicas eficaces de estudio para poder reducir sus efectos más dañinos.

Todo estudiante requiere de hábitos y los hábitos son ganados con el tiempo, sin el tiempo no pueden existir nuevas costumbres. Esto es muy importante a tener en cuenta porque a nadie que tiene la intención de estudiar le regalan nada sin hacerlo. El estudio requiere esfuerzo y eficacia. Para ello es fundamental reducir los nervios incapacitadores, y así ayudar a concentrarse en las tareas que en muchos casos bloquean la sensación motivante y que pueden llevar al pánico más absoluto.

¿Cuáles son las técnicas básicas de estudio para reducir los nervios?

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Organización.

En muchas ocasiones a las personas se les olvida la importancia de dedicar un tiempo a organizarse por miedo a perder tiempo de estudio. Con lo que se puede tratar de hacer las cosas rápidamente y con los recursos visibles en ese momento.

Organizarse requiere tiempo. Este será invertido en ahorrar más en la búsqueda de los utensilios y las técnicas necesarias para llevar a cabo las tareas. ¿Por qué este punto es fundamental?  Porque si me dedico a buscar o a organizar cosas a medio camino, pierdo la concentración y me mente se ve obligada a centrarse en otra cosa, con lo que se vuelve más difícil retomar la tarea perdida. En definitiva, cuando me organizo ahorro tiempo de estudio, no lo pierdo.

Organizarse también requiere calcular mentalmente el tiempo disponible con respecto a las tareas. A mayor tiempo para realizar las tareas más se reducen los nervios, y a menor tiempo mayor ansiedad. Una buena organización implica la separación de las tareas a realizar y su cumplimiento.

Procastinación

La procastinación es el arte de delegar lo que tengo que hacer para otros momentos y así no interrumpir mi bienestar actual. La procastinación implica acumulación, es decir, si yo delego las tareas, lo más probable es que tenga que hacer mayor cantidad más adelante. Entonces, cuando me pare a cumplirlas repercutirá en un fuerte aumento de los nervios, además del intento de seguir procastinando. Ser una persona procasticadora reduce el resto de técnicas,  es una de las actitudes más peligrosas en el estudio.

Lugar

Ten uno o dos sitios de estudio y trabajo, pero no más. Si estos lugares cumplen con las condiciones de trabajo no será necesario recolocar las cosas constantemente para ponerte a estudiar. En el caso de cambiar de sitio, todo el tiempo dedicado a pensar en cómo hacerlo va a ser un recurso importante a la hora de ser eficaz, e implicará un aumento de los nervios por no encontrar aquello que necesito. Y de ahí el siguiente punto.

Las distracciones son la mejor forma de perder el tiempo.

La cantidad de distractores a mano de los de los que disponemos va en aumento: tablets, móviles, pc, comida, bebidas…si no trabajo la importancia de apartar (literalmente hablando) estos dispositivos de mi entorno, va a ser muy difícil que consiga un estudio eficaz y a gusto, y que así no se consiga reducir los nervios por no poner el foco de atención en la tarea. Si lo hago tengo que tener en cuenta que tanto las redes sociales como internet pueden suponer acabar concentrado/a en cosas que no tienen nada que ver con la tarea a realizar. Si el estudio es a lo que necesito dedicarme, estar enganchado al móvil no me va a ayudar. Ambos no son compatibles.

Constancia

No hay resultado sin esfuerzo, ni resultados sin constancia. La constancia es una de las mejores técnicas de la persona que se propone estudiar. La constancia requiere perseverancia frente al fracaso, y voluntad ante el esfuerzo. Ser una persona constante lleva a alguien a apartarse de lo que no está aquí y a volverse efectivo/a. De esta forma se es capaz de romper con todo aquello que provoca una ansiedad excesiva. En la constancia se conseguirá la adaptación al hábito de hacer, pudiendo pasar por encima el freno que supone la procastinación y sus efectos. “Me acostumbro a dedicar un tiempo de mi vida diaria a hacer”

Simulacros de exámenes

Si he estudiado es importante ver cuáles son los conocimientos que tengo para recordarme lo que sé y lo que no sé, y de esa forma reducir la incertidumbre. Hacer pruebas o repetir en voz alta los contenidos aprendidos va a conseguir reducir esos nervios, y a focalizarme en lo que aún podría mejorar. Además, ayuda a reforzar la autoestima personal y de  esta forma reducir la ansiedad frente a los exámenes.

Descansos

Sin un descanso adecuado la capacidad de concentración disminuirá. Dormir una cantidad de al menos 6 horas y media al día es fundamental (por lo general, y hasta 8-9 horas dependiendo de la persona) para poder mantener el foco de atención. Es una de las  técnicas esenciales si una persona no está dispuesta a estar encima de los estudios sin ser efectiva y sin aprovechar el tiempo y ver como la ansiedad aumenta porque no lo consigue. “Si no respeto el tiempo de sueño no respeto el estudio”.

 

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