Existen muchos motivos que pueden provocar un lapso emocional o un momento de vulnerabilidad. A lo largo de la vida hay situaciones en las que todo se vuelve cuesta arriba, sin embargo, por lo general, es posible salir adelante, lo que hace que cuestionemos esos cambios tan rápidos. En el siguiente artículo se tocarán algunos aspectos genéricos que pueden ayudar a levantar los ánimos.

Cómo levantar un lapso emocional

Un trabajo psicológico profundo de autoconocimiento puede llevar a desarrollar una fortaleza emocional que ayude a autogestionar y a detectar patrones de pensamiento, y así con el tiempo regular las emociones. Bien es cierto, que por diversos motivos, ponerse delante de un profesional es una decisión personal, y mientras tanto se pueden utilizar herramientas sencillas que potencien y ayuden. Ese es el caso de la compañía y las relaciones sociales. ¿A qué ayudan? Está demostrado que las relaciones sociales sirven para “desconectar” como señala Elia Roca, psicóloga escritora especialista en habilidades sociales. Además son un recurso que ayuda a hacer frente a la soledad y el rumiamiento mental. Tener un entorno social enriquecido ayuda a combatir la tristeza y canalizar los problemas.

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Según Dale Carnegie, uno de los primeros autores en valorar la importancia de las relaciones sociales en el trabajo y en la abundancia económica, señala en su libro “Cómo ganar amigos e influir sobre las personas”, que el 85% del éxito en las empresas y la abundanca económica depende de las capacidad de relacionarse con otras personas, y tan solo el 15% de la formación y las aptitudes.

Dale señala la importancia de formarse en primer lugar en cómo relacionarse con los demás, por delante de otras habilidades. Una persona nunca sabe dónde y con quien puede encontrar una oportunidad.

Otra herramienta sencilla que se puede utilizar para afrontar un lapso emocional es confiar en el destino. Utilizar el “locus de control externo”—confiar en el destino sin resolver— como medio para poder mitigar algunos estreses existenciales de manera puntual, y recalco, de manera puntual. Esto es debido a que liberarse de forma momentánea de un problema que nos agobia no va a hacer que este se solucione en muchas ocasiones y más si es una costumbre arraigada a modificar.

“La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas”. Aristóteles (384 AC-322 AC).

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