En el día a día, las personas necesitan realizar actividades que les lleven a cumplir determinados objetivos. Muchas de ellas no podemos elegirlas, son responsabilidades que hay que llevar por las circunstancias que se presentan. Ya sea el trabajo, la casa, la familia, etc. La vida muchas veces no da opción de elegir, y ante determinadas situaciones que nos son impuestas podemos perder la capacidad de ganar más autonomía individual.

¿Qué puedo hacer para ganar más autonomía?

A pesar de las circunstancias, ser una persona autónoma es esencial para poder rebatir y sentir el autocontrol que la vida nos pide para poder identificarnos con nuestra persona. Es tan necesaria que ante su carencia puede aparecer el ataque a nuestra propia esencia. La autonomía es una forma de vida alejada de la dependencia de los actos de los otros, no solo a nivel económico sino a nivel emocional. Es la clave para poder vivir una vida propia.

En las siguientes líneas hablaremos sobre las distintas formas de potenciarla y como poder desarrollarla en la vida diaria. ¿Soy una persona autónoma?

1-Tomar mis propias decisiones. Ser capaz de tomar mis propias decisiones va a repercutir, a la larga,  en ganar más sentimientos de bienestar, lo que tendrá como resultado una menor dependencia con el exterior. Las relaciones interpersonales son fundamentales, pero depender de los demás a la hora de tomar decisiones promueve una sensación interna de desconfianza, lo que aumenta la inseguridad propia y la incapacidad de asumir errores. Si no aprendo a sumir el error pensaré que los demás pueden ayudarme desde su punto de vista, con lo que mi miedo a decidir se verá exteriorizado y no asumido intrínsecamente. La vida son decisiones diarias y de ahí la importancia de tomarlas, si no lo hago, el camino a la independencia se verá mermado.

2-No tener la respuesta para todo. Uno de los aspectos principales para ganar más confianza es este.En una sociedad basada en las palabras, saber cuál es la respuesta para todo ayuda a reforzar el ego. Y yo me pregunto, ¿Hay alguien que tenga siempre la respuesta?  La constante búsqueda de una solución puede pasar por encima las necesidades propias, hay veces que no saber no es síntoma de incapacidad sino síntoma de humanidad. No tenemos respuesta para todos todo el rato, y lo importante no es si tenerla o no sino adquirir la capacidad de creer en mis propias respuestas con el fin de reforzar: “la autoestima”.

Si creo en mi y creo en lo que mi cuerpo y me mente me piden, teniendo en cuenta mi estado emocional, tendré más probabilidades de actuar acorde a mis intereses. Seré capaz poco a poco de desarrollar una autonomía más allá de las circunstancias y las barreras personales, lo que con el tiempo hará que valore mis actos y mis respuestas. Si dentro de mí actúo como lo que soy, respetando al otro, ganaré capacidad de afrontar las circunstancias y las exigencias que el exterior demanda.

“El respeto a la autonomía y a la dignidad de cada uno es un imperativo ético y no un favor que podemos o no concedernos unos a los otros.”

Paulo Freire (1921-1997)

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