Cuando nos enfadamos y nos sentimos mal por palabras salidas de las bocas de otras personas, se reflejan parte de los sentimientos internos que llevamos dentro. Estos tienen muy diversos orígenes, lo que es cierto es que despiertan una emoción característica: la rabia. Se trata de uno de los indicadores principales que hacen que aparezca la necesidad de rehacerse y transformarse, y si es necesario, responder para respetarnos. Saber poner límites cuando me siento juzgado/a es esencial para poder crecer.

Posicionarse sin echar las culpas fuera

SI algo de lo que dicen los demás nos molesta no significa que esas personas tengan la culpa. Si actúo desde ahí perderé el poder de detectar lo que ese juicio de valor genera en mí: «No es solo lo que la persona ha hecho, sino también como yo me he sentido». Puede parecer complicado, y quizás lo sea si juzgamos con la razón.

¿Cómo poner límites?

En las relaciones de pareja, cuando se tiende a expresar de forma espontánea y natural lo que a una persona le gusta y no le gusta del otro, se puede construir algo nuevo y productivo para la relación. En otras ocasiones, esto puede suponer un desequilibrio de poder: “Si tú no haces lo que me gusta, pueden pasar cosas”, lo que implica que el miembro de la pareja que está al otro lado se cuestione y que acabe cediendo en exceso por complacer a la otra persona, o sino cabrearse en exceso y debatir el problema sobre el punto de vista de la pareja para cambiar su forma de pensar.

Es por todo ello, por lo que los sentimientos son los que pueden marcar la diferencia, y romper la situación de poder en la pareja. Ej: Si mi pareja me dice que no le gusta algo de mí y me siento juzgado/juzgada, enfocar las ideas desde el corazón y los sentimientos, es decir, mirar hacia dentro ayuda: “Cuando hablas de cómo hago esto en concreto, siento como si me estuvieran juzgando o criticando”. A continuación hablar de una posibilidad alternativa: “Qué te parece si …”

pareja conexión manos

Este, como otros muchos detalles asertivos, lleva implícito muchas cuestiones a la hora de lidiar con la vida y las relaciones de pareja. Por lo que si una persona se siente perdida, o incluso con tendencia a la sumisión sobre el otro en una relación, acudir a terapia psicológica puede dar las claves esenciales para promover el bienestar y clarificar las relaciones. Si quieres saber más, no olvides ponerte en contacto conmigo para que pueda asesorarte.

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