Machaque Narcisista ¿Cómo lidiar con ellos?
Los ataques verbales o machaque resultan difíciles de asumir. Pueden proceder de distintos contextos: el hogar, el trabajo, las amistades, etc; y tienen un detalle en común: son un intento de ponerse por encima. Lidiar con la personalidad de un narcisista puede volverse una ardua tarea si no se disponen de las herramientas necesarias para afrontarlo.
Machaque Narcisita
Existen detalles que definen de manera más específica ese machaque: la conflictividad, la falta de empatía y una gran dificultad para identificar las necesidades de los demás. Las personas con estos rasgos de personalidad tienen un exceso de importancia sobre su persona. La abstraen de su realidad forjando idealismos ilimitados, fantasías prácticamente incumplibles, o la posesión de poder para ejercer sobre el resto. De ahí que su personalidad esté completamente centrada en su ser y en sus necesidades reinantes sobre los demás. Pueden llegar a pensar que todo el mundo les debe algo y que han de cumplir con su criterio exigente.
¿Cómo lidiar con un narcisista?
En los siguientes puntos se trabajarán características espercíficas de este tipo de personalidad para saber cómo lidiar con sus rasgos más comunes.
Superioridad
Lo primero y más importante es tener en cuenta que un narcisista va a tratar de hacer todo lo posible para estar por encima, y ahí es donde puede aparecer el machaque. Ante un debate, una discusión, un tema controvertido, es muy importante no discutir. Lo más probable es que este tipo de conversaciones acaben en un intento verbalmente agresivo por parte de la otra persona por hacerse con el control de la charla.
Expectativas
No esperes que la persona vaya a cambiar de opinión o reflexionar sobre lo que le estás diciendo. La falta de insight en un narcisista en tan grande que sería estar luchando contra un muro de ladrillos. A un narcisista no le importa realmente los argumentos, sino estar por encima. Por eso es de vital importancia desarrollar una expectativa adecuada a la personalidad dominante que tenemos delante. Si la expectativa cree que hay posibilidades, las consecuencias pueden derivar en ataques por parte del otro, y una escalada hacia la violencia verbal.
Creer en lo que dicen
Un narcisista centra toda su atención en su carácter. Y su objetivo es mantenerlo a flote a pesar de las tempestades. Es por ello por lo que utiliza distintos mecanismos de defensa que pueden propiciar un machaque a la otra persona para degradarla y hacer que su autoestima decaiga. En esa fuerza de convicción está su mayor debilidad, y ahí es donde yo puedo lidiar con su necesidad, sin imponerme. La fuerza y la inquietud constante de desarrollar esa superioridad son producto de la defensa. ¿Defensa de qué? de su temperamento
Intentar conectar con sus palabras
Los comentarios positivos son muy valorados por ellos, lo que ayuda a lidiar con esa superioridad. Señalar algún aspecto de su carácter que represente un piropo es bien avenido. Es importante ir tanteado cuales de nuestras opiniones siguen la misma dirección y tratar de fomentarlas. Mantener periodos de tiempos largos con estas personas pueden desgastar y acabar generando cesiones o derivar en la aceptación incondicional de las ideas impuestas por el otro.
Buscar cómo gestionar los tiempos
Es fundamental saber gestionar los tiempos en los que mantenemos contacto (cuanto menos prolongados en el tiempo mejor para sufrir menos machaque), o incluso hacer una lista y recordar las ideas propias fuera de esa conversación. La influencia está ahí. Si es necesario, por ejemplo en el trabajo, sería importante pensar en cambiar de posición o hacer lo posible por gestionar ese contacto con el objetivo de no sentir bloqueo.
Posicionarse
Un narcisista va a tratar de buscar el conflicto y el machaque, siempre con el fin de desarrollar la culpa y reafirmarse a través del fracaso ajeno . Por ello es muy importante saber decir no ante determinados temas o conductas. Ej: “No estoy dispuesto a hablar de este tema”. De esta forma podemos regular la escalada de agresividad cuyo fin es imponer el propio criterio. para lidiar con ello no se ha de permitir que una persona utilice la debilidad personal para escalar la fachada mental del prójimo.
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