En la sociedad actual la importancia de las emociones está cada día más presente. Ayudan a detectar, sentir, explorar, a vivir más a gusto. ¿Pero y si la emoción no fuera lo único? ¿Y si pudiera ganar conciencia a través de otros aspectos esenciales como la sensación y el sentimiento?

Sensación, ¿Qué es?

Las sensaciones son las impresiones primarias producidas en nosotros a través de algo externo o interno que se detecta mediante los sentidos, y produce un “toque” de conciencia mental. Una alarma que sin llegar a ser alerta, condiciona algo interior desde un estadio previo al malestar. Los sentidos: el olfato, gusto, tacto, vista y oído, condicionan la percepción de la sensación, y pueden estar representados por las sutiles delicadezas a las que son capaces de aferrarse para generar un estadio de lucidez sin llegar a ser determinante o realista. Por ejemplo: a través del tacto puedo detectar un estímulo, a través de la vista un movimiento, a través del oído un fuerte sonido. Las sensaciones no tienen porqué ser siempre relevantes, son indicativos de la percepción subjetiva, muchas pasan desapercibidas a través del filtro mental que no genera un grado de importancia extrema a esas cualidades.

La sensación representa uno de los primeros pasos hacia el desarrollo de la emoción. Cuanto más automatizada y arraigada  esté en nuestra forma de pensar, generará un hilo de pensamiento que desarrollará una emoción asociada, lo que llevará a una reacción posterior. Las sensaciones nuevas, por lo general, suelen estar separadas de un esquema mental adaptado a ese estímulo, lo que hará que nuestra percepción trate de buscar la manera de darle forma en nuestro mundo interior. Por ejemplo, ¿Qué sensación me produce una comida, un perro que viene hacia nosotros, haber terminado un trabajo?  Cada persona tendrá una respuesta distinta y tratará de darle forma a través de las emociones que se generan.

Emoción

Es la respuesta que se origina después de un cambio de percepción a través de los sentidos. Una idea de un desequilibrio fuera de la norma de nuestras percepciones arraigadas. Lleva a un estado difícil de expresar en palabras, que se caracteriza ya sea tanto a través de emociones primarias, entre las que nos podemos encontrar la alegría, el miedo, la tristeza, el asco y la sorpresa y que tienen un carácter innato; y aquellas que se producen en el aprendizaje social, en función de convenciones aprendidas y establecidas como esquemas de pensamiento, como son la culpabilidad, el enamoramiento y los celos.

Sentimiento

El sentimiento es la evaluación consciente que se hace del estado físico corporal mientras se produce una respuesta emocional. Esa evaluación consiste en dar forma a ese estímulo través de los pensamientos, lo que produce que esa respuesta emocional varíe en intensidad. EJ. Veo a un perro por la calle (sensación de desequilibrio interno), en el pasado aprendí a temer al perro, sobre todo si es grande. Cada vez que aparece un perro se desata la sensación que lleva a una emoción (miedo) y ese miedo se incrementa por la idea de qué es un perro ( “un animal peligroso”, “me puede morder”, “si me acercó puede atacarme”) y si es grande aumenta aún más la respuesta emocional ( “no voy a poder defenderme si me hace algo”).

No todos somos iguales y el desequilibrio emocional es el producto de nuestros sentidos y experiencias vividas. Las emociones tienen un componente subjetivo muy importante, aunque en determinados aspectos se pueda generalizar. No obstante, la definición propia y las vivencias arraigadas hacen que estos disparadores naturales de la emoción, la sensación y el sentimiento asociado, tengan distintas interpretaciones y una concepción de su esencia fuera de las convenciones de la que se encargarían de esclarecer los sentimientos. Ej: Hay gente a la que determinadas comidas le producen rechazo mientras a otras no; personas que tienen miedo ante determinadas situaciones, a otras les produce alegría.

disparador natural de emociones

En el trabajo de gestión de la emoción y reinterpretación de los pensamientos asociados al sentimiento, aparece el primer camino en la adquisición de una nueva forma de construir la sensación. De construir lo que nos rodea, de observar el mundo con unos ojos que ayuden a desarrollar un espíritu crítico de contraste y de concienciación sobre el mundo externo y las propias percepciones, para así ir desarrollando la propia construcción mental que necesito.

“Eran sensaciones; pero dentro de ellas había elementos increíbles de tiempo y de espacio…Cosas que en el fondo poseen una existencia clara y definida”

Lovecraft (1890-1937)

 

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