Discusiones de pareja ¿Cómo puedo afrontarlas?

A las parejas les gusta disfrutar y sentirse bien. Es cierto que en determinados momentos puede haber conflictos, y las diferencias forman parte del día a día. Los seres humanos tenemos preferencias y opiniones, y hay veces que estás aparecen en la relación y pueden llevar a las discusiones en pareja. En las siguientes líneas hablaremos de algunos de los conflictos típicos que pueden aparecer.
¿Cómo afronto las discusiones en pareja?
Uno de los motivos que llevan a las discusiones es la búsqueda de la razón. Cuando una persona trata de imponer su razón o cuando trata de defender la suya ante un comentario de su pareja, la otra persona puede sentirse atacada o no respetada. Es muy importante discernir si el comentario se dirige en forma de insulto o si solo es una opinión externa y ajena . Si no consigo discernir entre ambos, puedo tender a personalizar la opinión del otro, y absorberla como si fuera contra mí. ¿Qué una persona esté dando su opinión significa que me esté atacando? ¿Sé escuchar sin tener que dar mi opinión cuando la persona que tengo delante solo necesita ser escuchada?
Otro de los motivos que pueden despertar las discusiones en pareja es la intención de criticar a la persona y no a su comportamiento. No es lo mismo decir: “ eres un vago”, a decir “es importante que te responsabilices de recoger tu ropa, cuando no la recoges me siento molesto/a”. Cuando atacamos al “ser” de la otra persona estamos atacando lo que es y no su comportamiento, lo que puede hacer que se enfade y empiece una acalorada discusión.
La necesidad de que el otro actúe de forma automática sin pedirle nada, “que salga de él o de ella comportarse teniendo en cuenta lo que yo necesito”. Si no pedimos las cosas ¿Cómo va a saber nuestra pareja que necesitamos algo? Este es un tema que puede despertar fuertes discusiones; si yo no digo las cosas ¿La otra persona puede saber lo que yo pienso? Lo que provoca que al final me cabree con el otro/a por pensar que tiene que saberlo sin decirle nada.
Otro de los motivos que potencian las discusiones en pareja es el no organizar, o no dividir adecuadamente las tareas del hogar. Es fundamental establecer una organización previa sobre las tareas que han de compartir ambos, y que los dos se responsabilicen de su parte. El no cumplir con la responsabilidad puede potenciar problemas en la relación, por lo que es fundamental la comunicación y el esfuerzo personal. Incluso si es necesario, hacer una lista con las tareas e ir tachando ante su cumplimiento, y después dialogar sobre la manera o la mejora de hacerlas, con paciencia. No todo el mundo tiene la misma experiencia limpiando, comprando, etc. Es importante la flexibilidad siempre que haya esfuerzo e intención.
“Aprendemos a amar no cuando encontramos a la persona perfecta, sino cuando llegamos a ver de manera perfecta a una persona imperfecta”. Sam Keen (1931-actualidad).
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